domingo, 15 de noviembre de 2009

Microrelato "En una cálida noche de verano"


Cuentan que en una cálida noche de verano, una joven pareja se dirigía hacia su casita en el campo. Enorme fue su sorpresa al ver que justo en la entrada, un coche gris desconocido con las luces apagadas, les impedía pasar hacia su parcela. Empezaron a pensar en voz alta entre ellos,parecía un coche abandonado, no se movía ni una rama y en la casa no se observaba ninguna luz encendida.

Tenían que hacer algo, así que... salieron sigilosamente de la furgoneta y desde una distancia prudente preguntaron... "¿hay alguien ahí?" Como no sucedía nada dieron unos pasos más hacia delante, ¡cuando de repente!, vieron que algo se movía dentro del coche, pero la luz tenue de la noche no ayudaba en absoluto y el canto de los grillos en mitad del silencio recubría tenebroso aquel momento. Apareció una cabeza de expresión enfadada tras la luna del coche, que con gesto brusco hacía señales como queriendo decir... "¡marchaos de aquí!, ¡marchaos de aquí!" Sin más vacile, el joven explicó al desconocido: "perdone, está delante del portón de nuestra casa, por favor déjenos paso". Pero, desgraciadamente el desconocido no comprendía lo que le decían y aún más se enfadaba.

La joven pareja pensó, que acercarse demasiado era peligroso e incluso que el desconocido se podría poner algo violento si el joven se acercaba más de la cuenta, pues podrían pensar mal, así que en esta ocasión fue la joven la que lentamente dio unos pasos hacia el coche gris. Así que, con las palmas de las manos abiertas y la voz firme se atrevió a decir: "¡voy a acercarme un poco, tranquilo, ¿vale?!" y le volvió a repetir lo mismo, "¡perdone, está delante del portón de nuestra casa, por favor déjenos pasar!" El desconocido se desvaneció de entre la triste luz sin decir nada.

Pasó un rato, y entonces fue cuando sin ni siquiera mediar palabra, el coche gris con su o sus ocupantes(nunca se sabrá)se marchó, dejando únicamente el rastro del dibujo de los neumáticos. Finalmente, la joven pareja consiguió llegar a su casita, sana y salva. Pero, aquella noche, según cuentan, el coche gris estuvo rondando por todos los alrededores.

Nadie sabe por qué, nadie lo volvió a ver después de aquella noche. Nadie sabe quién o quienes eran y nadie quiere volver a hablar de ello.

*Sólo vosotros/as tenéis en vuestra imaginación cuáles fueron los motivos de este extraño suceso, os animo a que los compartáis.

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